La dramaturgia de Sergio Blanco domina, impera y huye. Es un extranjero que entra en su lengua y conquista zonas desconocidas, desplaza el centro, establece nuevas reglas, cambia el paisaje y luego deja una civilización de palabras para que otros la habiten. Su rol como poeta no es reinar, sino crear espacios para que otros los vivan.

Después de impactar con sus ficciones dramáticas al principio de su carrera, y de recorrer el mundo con sus autoficciones en un juego apasionante en el que iba hacia su interior mientras llegaba lo más lejos posible, ahora Sergio Blanco amplía su dramaturgia a un tercer territorio: sus conferencias autoficcionales. Sobre el amor, la violencia y la muerte, estos textos cuestionan lo que consideramos teatro, conferencia, actor, acción; usan la mentira y la verdad como veneno y antídoto, simultáneamente, para generar teatro. Se entra al universo de Sergio Blanco como a un país desconocido: con sorpresa, admiración, ansiedad y miedo. Ganas, entusiasmo y perturbación. Ningún mapa servirá para este nuevo territorio.

Gabriel Calderón
El libro Confesiones reúne las tres conferencias autoficcionales que Sergio Blanco viene poniendo en escena por todo el mundo:

Divina invención o la celebración del amor

Las flores del mal o la celebración de la violencia

Memento mori o la celebración de la muerte